Cuento: El Sabio Maestro Y El Río

Un día un anciano y sabio maestro caminó desde una ciudad a la siguiente con algunos de sus alumnos.

El anciano maestro se acercó a uno de los alumnos y le dijo:"Estoy sediento, ¿me traerías un poco de agua del río?"

El estudiante obedeció y fue hacia el río.

Cuando llegó, notó que había gente lavando sus ropas en el agua mientras que un carro cruzaba el río, el casco del caballo agitaba el Lodo del fondo y ensuciaba el agua. "¿Cómo voy a dejar que mi maestro tome de esta agua Lodosa?" Pensó para sí mismo.

Volvió hacia el maestro para decirle que el agua estaba lodosa y que él no pensaba que estuviera apta para beberse.

Después de media hora el maestro llamó al mismo estudiante, y le pidió un poco de agua.

El estudiante obediente volvió al río.

Para su sorpresa, esta vez encontró el agua clara y limpia.

Todo el lodo se había hundido, y el agua estaba nuevamente apta para ser tomada.

El alumno recogió un poco de agua y volvió hacia el maestro.

El maestro miró el agua, se volvió hacia el alumno y dijo:"Mira lo que has hecho para que el agua este limpia. Sólo la dejaste Tranquila, el lodo se hundió solo y tú obtuviste agua Limpia."

El mensaje es:  "Tu mente funciona igual. Cuando esta molesta y confusa, Debes dejar que pase un tiempo."